Este templo, de origen románico, conserva su esbelta espadaña, esta tipología de campanario no es muy frecuente en La Rioja a diferencia de otras provincias como Palencia o Cantabria. Otras muestras de espadañas románicas que podemos ver en La Rioja corresponden a la iglesia de Castilseco y a la Ermita de San Román de Ajuarte, situada en Casalarreina, a orillas del río Oja. La espadaña de esta ermita consta de cuatro vanos, dos grandes troneras son utilizadas para las campanas y otros dos vanos más pequeños se localizan en la parte superior bajo el frontón triangular.
Este templo fue la iglesia parroquial de un pueblo medieval que desapareció con el tiempo, al igual que sucede con otros ejemplos en La Rioja, como en los casos de Santa María de la Piscina en Peciña o la iglesia de Santa María de Sorejana, en la cercana Cuzcurrita de Río Tirón.